Como Presidente de Amyhir, estoy encantada de comunicar la constitución de una Asociación hermana en la Comunidad Valenciana, compuesta por personas muy trabajadoras, concienciadas y afectadas en muchos casos por las injusticias de la mal llamada justicia.
Personas que merecen todo mi respeto y admiración y con las que sé que yendo juntos de la mano, podremos conseguir grandes logros en favor de la verdadera igualdad entre personas, el bien superior del menor, la igualdad de oportunidades en todos los ámbitos de la vida y la derogación de leyes injustas que benefician a una pequeña parte de la sociedad del género femenino (que no a toda) en detrimento de otra gran parte de la sociedad del género masculino con leyes asimétricas e inconstitucionales.
Estaremos encantados de que poco a poco os vayais uniendo a nuestro proyecto.
Un saludo,
Blanca Escaño
Presidente de Amyhir
ASOCIACIÓN DE MUJERES Y HOMBRES EN DEFENSA DE LA IGUALDAD REAL
domingo, 29 de septiembre de 2013
CARTA DE MIKAEL HELLSTRÖM DESDE LA PRISIÓN DE ALHAURIN DE LA TORRE
Hombres maltratados, casos reales:
Carta enviada por Rosa García
CARTA DE Mikael Hellström
La noche del
6 de Enero murió Yaneth.
El 5 de Enero me levanté tarde, sobre las doce del mediodía,
después de un largo viaje desde Suecia. Llevaba sin dormir bien durante los
últimos meses debido a todos los problemas con Yaneth. Este día estaba, si cabe, más nerviosa de lo
habitual; sabía que en tres días yo entregaría las llaves del apartamento a su
propietario y después me marcharía a Suecia por un tiempo y sobretodo que
nuestra relación había llegado a su final.
Empezó ella esa mañana una discusión muy subida de tono. Me repetía gritando
que no me dejaría, a la vez que golpeaba su cabeza contra la pared. Me dio miedo y salí del
apartamento al pasillo; llamé al timbre de la vecina de al lado-Victoria-pero
nadie contestó. Regresé a mi apartamento e intenté hablar con Yaneth, convencerla
para que se calmara; conseguí que saliera a la calle a dar un paseo.
En el camino nos encontramos con Charles, un amigo francés
que vivió provisionalmente en mi casa de Málaga durante el tiempo que yo estuve
de viaje en Suecia. Charles quiso invitarnos a cenar por la noche en un
restaurante francés. Antes paramos en un
pub inglés a tomar unas cervezas. Una vez en el restaurante, Charles como buen
cocinero y entendedor de vinos pidió Pernod de entrada y un par de botellas de
vino para cenar. Después de la cena decidimos regresar al pub para tomarnos
otro par de cervezas. Después de un rato me sentí un poco ebrio y muy cansado.
Le dije a Yaneth que me iba al apartamento a dormir: En el pub había una chica
que cumplía años y ésta animó a Yaneth para que fueran juntas a una discoteca;
Yaneth dijo que sí pero que pasaría antes por casa para cambiarse de ropa.
Mientras se cambiaba yo me lavé los dientes; me acosté y me quedé profundamente
dormido. De repente me desperté al arrojarme Yaneth una cazuela de agua encima,
cuando regresaba a toda prisa con otra cazuela llena pude cogerla de las manos
para que no me la tirara. Se puso histérica y subiéndose a la cama comenzó a
golpearme y a morderme por todas las partes. Me deshize de ella y me metí en el
baño cerrando la puerta con cerrojo. Yo pensé que se la la pasaría el ataque de histéria; que se
marcharía a la discoteca y me dejaría en paz. Pensaba dormir incluso en el
cuarto de baño; estaba desnudo y me puse el albornoz cuando de repente empezó a
gritar al otro lado de la puerta y a dar patadas. Logró romper la puerta e
introdujo la mano por el agujero que había hecho para abrirla. Tenía un
cuchillo de cocina en la mano; aterrorizado salí como pude corriendo hacia el
salón y ella vino detrás e intentó apuñalarme. Logré coger un palo de la
fregona para defenderme de ella. Al final pude arrebatarle el cuchillo.
Entonces ella se fue a por mi ordenador portátil e intentó tirarlo al suelo
pero pude cogerlo.
Yaneth desapareció del salón y yo me fui al dormitorio. Después
de un tiempo oí a Yaneth gritar histérica desde el balcón. Yo corí para ver lo
que había pasado. Ella estaba sentada en la barandilla con la espalda hacía la
calle y los pies en un banco; cuando salí al balcón me dio una patada y me
desplazó hacia atrás al mismo tiempo que ella perdía el equilibrio y caía al
vacío hasta la calle, muriendo después del fuerte impacto.
¿Cómo y cuándo conocí a Yaneth?
Conocí a Yaneth el 18 de Agosto del 2001. Trabajaba en el
club Scandalo situado en el polígono de Guadalorze de Málaga, local al que fui
con mi primo Christian que había venido a pasar una temporada de vacaciones a
mi casa en Málaga. Janeth y María, una
compañera suya de trabajo, me preguntaron si podían quedarse a dormir durante
unos días en mi casa pues tenían problemas para encontrar un sitio donde
quedarse. Después de unos días en mi casa, se marcharon en avión a Mallorca
para trabajar en un club. Pasaron unos días y me llamó Yaneth contándome que
tenía problemas con María, su compañera. Me dijo que ella había pegado a María
y que ésta la había denunciado a la policía.
Yaneth quería volver a Málaga y llorando me pidió que la ayudara. Yo la
compré el billete de avión para Málaga y se vino a mi casa.
Desde el primer momento en el que Yaneth entró en mi casa comenzaron
los problemas. Ella hacía mucho ruido, lloraba y todo esto molestaba a mi
vecino. El presidente de la comunidad se
quejaba porque no podía dormir llamándome varias veces la atención. Yaneth
estaba acostumbrada a trabajar de noche y dormir de día, así que el cambio la
hacía inestable, la volvía loca.
Ella tenía en Madrid una hija a la que no podía cuidar por
encontrarse trabajando en distintos clubs y pagaba a una niñera para que
cuidara a la niña. Ella quería que la niña viniera de vacaciones a mi casa;
después de hablar sobre el tema, me convenció; nos pusimos de acuerdo para
hacerlo y la trajimos.
Yaneth siguió molestando a mis vecinos con sus ruidos. Decidí
alquilar otra casa (un adosado) en Arroyo de la Miel en Septiembre del 2001.
Antes de conocer a Yaneth, mi amigo Paul y yo habíamos
decidido que él viniera a vivir conmigo; así que vino desde Suecia para
trabajar y se estableció en mi casa también. Yaneth se puso muy nerviosa y
celosa, decía que dedicaba más tiempo a mi amigo que a ella; se ponía
histérica.
A principios del mes de Septiembre hicimos una barbacoa en el
jardín de la casa en Arroyo de la Miel. Después de la barbacoa, Paul y yo,
decidimos salir a dar una vuelta y enseñarle el pueblo. Cuando íbamos a salir
Yaneth se alteró, nos cogió las llaves de la moto; tiró la moto al suelo y
gritaba que nos mataría a los dos, a Paul y a mí.
A finales de Septiembre vino una amiga de Yaneth llamada
Carolina con su hija, para pasar una temporada con nosotros. Yaneth seguía con
los problemas de celos y en varias ocasiones me amenazó con cuchillos,
diciéndome que quería que mi amigo se fuera de la casa. Ella siempre me
arrinconaba, me dominaba y yo no sabía lo que hacer. Llamamos a la policía
muchas veces, pero la policía no ponía remedio ni solución a esto. En una
ocasión nos dijeron que “unos hombres
como nosotros no deberíamos tener ningún problema para controlar a una mujer
tan pequeña y que ellos no podían hacer nada”.
Yo insistí a Yaneth que no podíamos continuar con la
relación, yo no podía más; pero ella se ponía histérica y decía que me
denunciaría a la policía diciendo que yo la maltrataba, mostrando lesiones que
ella misma se produciría.
Una noche intentó suicidarse cortándose un brazo. La herida
era bastante profunda y muy grande. Había sangre por todas partes; le pedía a
Paul que me ayudara a parar la sangre. Atamos una toalla alrededor del brazo
pero no servía para nada. Yo llamé inmediatamente a Urgencias para que mandaran
una ambulancia pero me dijeron que tenía que esperarme porque no había ninguna
ambulancia libre en ese momento. Volvía a llamar pero seguía sin haber
ambulancias. Al final, tuve que llamar a un taxi y nos llevó a Urgencias en
Arroyo de la Miel. Desde allí mandaron a Yaneth en ambulancia al hospital en
Málaga. Les dije que ella necesitaba ayuda psiquiátrica. Yo me fui a casa,
cuando llegué, Carolina estaba limpiando la sangre, había mucha y tuvimos que
limpiar con una goma de agua. Esa misma noche me llamaron del hospital
diciéndome que podía pasar a recogerla. Cuando llegué estuvimos hablando con el
psicólogo, él me dijo que Yaneth ya se podía marchar. Yo intenté convencerle de
que ella necesitaba ayuda pero me dijo que ella estaba calmada y que él no
podía hacer nada más.
Pasados unos días hablé con ella y le expliqué que yo no
podía más con la situación; que no quería vivir más con ella y que me estaba
complicando la vida. Yaneth se puso como una loca, no podía aceptarlo y me
amenazó de nuevo con que se destrozaría la cara y me denunciaría o que si la
dejaba me mataría.
En Octubre del 2001 pude convencerla. La dije que necesitaba
estar solo durante un par de meses para poder centrarme en mi trabajo. Yaneth
aceptó y decidió ir a trabajar por ese tiempo a un club de Castellón. Cuando se
fue decidí cambiarme de casa. Alquilé un apartamento en Mijas Costa y me hice
cargo de la hija de Yaneth. Yo la cuidaba: la preparaba el desayuno, jugaba con
ella y la llevaba a la guardería durante la mañana; después, durante mis horas
de trabajo, una niñera cuidaba de ella. Mi madre decidió venir de Suecia,
acompañada por su marido, para ayudarme a cuidar la niña cuando yo trabajaba
por la mañana.
En Navidad del 2001 vuelve Yaneth a Fuengirola. Estaba más
alterada que antes; discutía con Paul todo el tiempo hasta que éste decidió que
no podía aceptar más ésta situación; se marchó y alquiló un apartamento.
Un día la comenté que un amigo nos había invitado a una
fiesta en su casa en Marbella. Ella no quería ir pero yo le dije que yo si
quería; de repente se alteró, corrió a la cocina y cogió un cuchillo grande. Me
atacó, intentó apuñalarme. Mi madre que estaba en casa la arrebató el cuchillo
y yo pude llamar a la policía para pedir ayuda. Les relaté lo sucedido y que
había ocurrido otras veces. Les pedí que por favor se la llevaran; que ella no
podía quedarse en mi casa después de lo sucedido. Me dijeron que no se la
llevarían a la comisaría con una niña pequeña. Añadieron que ella era mi
problema y que yo lo solucionara.
Al día siguiente mi madre y su marido se despertaron
sobresaltados por el ruido que venía del salón; allí encontraron a Yaneth en el suelo con una cuerda de tela alrededor
del cuello y colgada del techo. Se había caído y golpeado un un borde de la
mesa fracturándose la mandíbula. Había un gran charco de sangre. Quisimos
llevarla al hospital pero ella se negaba. Estuvo tomando pastillas para el
dolor; por fín después de unos días, con la cara todavía hinchada, pudimos
llevarla al hospital de Málaga. Cuando llegó dijo al médico que la atendió que
su novio la había golpeado; por ésta falsa afirmación quiere el fiscal que yo
pague con cinco años de cárcel.
En el mes de Diciembre del 2001, Jeoffrey e Ivon, unos
amigos, me invitaron a una fiesta de cumpleaños en su casa en Marbella-Nueva
Andalucía-. Durante la fiesta Yaneth se puso extremadamente celosa y nerviosa.
Empezó a pegarme. Decidí marcharme después de la vergüenza que me hizo pasar
ante mis amigos. Ella se quedó. Jeoffrey, el anfitrión de dicha fiesta, contaba
como Yaneth se había caído por las escaleras y se hizo una herida en la cabeza.
Después, y ante el asombro de los que la habían visto caerse, ella fue diciendo a todo el mundo que yo la
había pegado. EN LA AUTOPSIA han encontrado una cicatriz en la cabeza y el
fiscal cree que yo he sido el causante de dicha lesión y por ello pide 3 años
más de cárcel.
En la primavera del 2002 Yaneth continuaba con las amenazas:
con los cuchillos e intentos de suicidio (se cortaba en el cuello con
cuchillas. Era insensible. Decía continuamente que no tenía dolor).
En Abril del 2002 yo ya estaba muy cansadode todos estos
problemas. Alquilé una furgoneta y mi amigo Paul me ayudó a recoger las
pertenecias de Yaneth y cargarlas en el vehículo. Llevé a Yaneth y su hija a
Madrid, al apartamento que ella tenía en esa ciudad y en el que vivía el padre
de la niña: John Fredy. Este vivía además con un grupo de colombianos que me
ayudaron a descargar la furgoneta. Allí dejé a Yaneth y a su hija.
Yaneth me llamaba todos los días llorando diciéndome que
quería volver y jurándome que nunca más haría nada. Yo la decía que era
imposible y que ella tenía que buscar ayuda. Yaneth se fue a trabajar a un club
en Cuenca dejando a su hija con el padre de ésta.
Me llamaba constantemente pidiéndome que por favor la
perdonara; que ella no sabía lo que hacía pero que ahora estaba bien; que
quería volver y que nunca más volvería a amenazarme. Era especialista en
manipularme. Yo, de nuevo, alquilé un apartamento en Málaga en la plaza de La
Merced y fuimos a por su hija a Madrid.
Un día vino mi amigo Paul a saludarme y decidimos salir a la
Plaza de la Merced, justo al lado de donde vivíamos, a dar una vuelta y
charlar. Yaneth cuando lo oyó se puso histérica, ella no podía venir con
nosotros ya que la niña estaba durmiendo. De repente cogió la llave de la
puerta, cerró con llave y se la guardó. Le pedimos que abriera la puerta pero
ella se negaba. Paul y yo insistimos pidiéndola otra vez que abriera la puerta
y nos dejara salir. Ella estaba en un estado de histeria total, fue corriendo a
la cocina y vino con un cuchillo grande gritando: “te voy a matar, tengo
cojones para hacerlo” y muchas más barbaridades. Ella me atacó varias veces y
pude esquivarla. Con mis brazos pude evitar que me apuñalara en el estómago. Me
cortó en un brazo y en una pierna. En un descuido de Yaneth pude cogerla las
manos, caímos al suelo y mi amigo Paul logró quitarle el cuchillo. Ella empezó
a gritar enloquecida; yo sabía que era una estrategia de ella para que yo la
soltara. Yo la decía “sigue gritando” porque yo pensaba que así la policía
llegaría más rápido. Instantes después llegó un grupo de cuatro o cinco
policias. Estos son los que van a testificar. (El fiscal pide dos años por
agresión)
Les contamos lo sucedido pero ellos no estaban interesados en
escuchar nada. Mi amigo Paul les entregó el cuchillo que había quitado a
Yaneth. La reacción de la policía fue inesperada, me pusieron unas esposas y me
llevaron a la comisería. Al día siguiente me llevaron al juzgado. El Juez me
preguntó si las heridas y la sangre en mi ropa se habían producido con el
cuchillo con el que me había atacado Yaneth, yo respondí que SI. Me dejaron en
libertad y me dijeron que no podía acercarme a Yaneth y que tenía que
personarme cada 14 días al juzgado.
Regresé a mi casa y le dje a Yaneth que no podía continuar
con ella por decisión del Juez. Que no podía acercarme a ella y le dije que
todo se había acadado. Ella decía que no le importaba lo que el Juez hubiera
dicho y que seguiría conmigo. Yo no sabía qué hacer: 1- Si la dejaba ¿ella me
mataría?
2- ¿se autolesionaría? Y luego ¿me denunciaría por ello? 3-
¿se intentaría suicidar y entonces yo acabaría en la cárcel como tantas veces
ella me repetia?: “si me dejas me suicidio y pagarás por ello”
Al final pude convencerla y ella se marchó a trabajar a Castellón
en un club.
De nuevo empezó a llamarme varías veces al día. Todo el
tiempo llorando y pidiéndome que la perdonara, que no volvería a suceder y
demás.. Esta vez yo estaba más decidido y la dije que no. No sé de dónde pude
sacar las fuerzas, pero pudo por fín quitarme el miedo, sería porque ella
estaba lejos y no podía hacerme daño.
Yaneth siguió trabajando en clubs en diferentes ciudades. Me
seguía llamando constantemente hasta que un día me anunció desde Ibiza que
regresaba a Málaga a trabajar en un club de Torrox y que quería verme. Yo le
dije que no, que era imposible por todos los problemas que ella me había
causado.
Un día muy temprano
por la mañana Yaneth llegó a Fuengirola, me estaba buscando. Ella no sabía muy
bien donde vivía ahora pero había escuchado las campanadas de la Iglesia y me
amenazó diciéndome que si no la decía donde vivía llamaría puerta por puerta
hasta que me encontrara.
Al final ella vio mi ropa en la terraza y empezó a gritar
“papi, papi abre la puerta”. Para evitar que los vecinos oyeran los gritos de
Yaneth, decidí bajar y hablar con ella y la dije que no podía subir al piso. La
pedí que se marchara. Pude convencerla y se marchó de nuevo a Torrox. Yaneth
sabía que mi madre y su marido vendrían de Suecia. El día 26 de Junio del 2002
Yaneth regresó de nuevo y ésta vez con la maleta. Era el día del cumpleaños de
mi madre y decidimos dejar a Yaneth que nos acompañara para evitar cualquier
escena desagradable. Nos reunimos mi madre, su marido, Paul, Yaneth y yo para
salir a cenar. Después de regresar del restaurante yo estaba cansado y me
acosté en una cama que habíamos colocado en el salón. Yaneth me despertó
bruscamente, quería salir de nuevo para ir a una discoteca. Quería que yo la
acompañara, yo le dije que estaba cansado. Se sentó encima de mí y empezó a
golpearme continuamente; enloquecida, me pegó en la cara y en todo el cuerpo, intenté defenderme pero fue
imposible. En ese instante llegó mi amigo Paul al apartamento y se fue al
balcón para fumarse un cigarro. Yaneth inmediatamente salió corriendo hacia el
balcón; estaba fuera de sí. Empezó a golpear a Paul, con una uña le cortó la
cara haciéndole una herida para toda la vida. Mi madre al oir los ruidos vino
al salón y gritó a Yaneth “basta ya y termina con todos estos problemas”. Paul
intentó llamar a la policía pero Yaneth le quitó el teléfono móvil y lo lanzó a
la calle. Yo cogí a Yaneth y la saqué fuera del apartamento con sus maletas.
En ese mismo momento llegó la policía y una vez más contamos
lo sucedido. La policía dijo a Yaneth
que se alejase del lugar, de mi domicilio. Yo le pedí a la policía que
registraran la maleta de Yaneth porqaue se llevaba mi agenda, con mis tarjetas
de crédito, números de teléfono, direcciones, etc.., no la encontraron pero yo
sabía que ella la tenía para intentar manipularme y con eso tener una excusa
para volver al apartamento y verme.
Al día siguiente, mi madre y Paul fueron a la comisaría y
denunciaron a Yaneth relatando lo ocurrido la noche anterior, y mostrando la
herida que Paul tenía en la cara producida por Yaneth.
Mi ex mujer me llamó en una ocasión y me preguntó que qué me
ocurría. Yo avergonzado, pretendí no entender de qué me estaba hablando. Me
contó que Yaneth la había llamado amenazándola de muerte. La dijo que se
cambiara de apellido y que dejara de llamarme, que nunca más volviera a
contactar conmigo; que sabía dónde vivía, que yo era para ella; que ella tenía
mi sangre dentro de su cuerpo, etc.. además de más cosas imposibles de contar.
Pero lo que a mí me hizo estremecer fue que la dijo que “la separaría la cabeza
del cuerpo y tenía amigos que lo harían”.
Mi ex mujer y yo nos vimos en McDonalds, cerca de mi tienda
de muebles. Ella tenía miedo y me dijo que me metiera en un taxi y que ella me
llamaría al móvil para decirme dónde nos veríamos para evitar que alguien nos
siguiera. Cuando nos vimos, yo no podía contarla nada de lo que me sucedía:
¿qué pensaría de mi? ¿dónde quedaría mi autoestima? ¿podría entenderme?
Yo sabía que si se lo contaba ella intentaría ayudarme, pero
yo no quería implicarla. Yo tenía que resolver mis problemas por mí mismo,
además dicen que los “los hombres no lloran”. Yo me sentía como una mujer
maltratada. Yo, era un hombre maltratado. Me sentía solo, con una mujer que no
quería dejarme vivir mi vida. Una mujer que se había propuesto matarme si yo no
era para ella “para ella o para nadie”
Así que le dije a mi ex mujer que todo estaba bajo control.
Llegué a decirla que Yaneth tenía problemas y tenía qaue ayudarla, que no podía
abandonarla. Mi ex no me entendió. Me preguntó cómo podía estar con una persona
como Yaneth (a pesar de que ella no sabía apenas nada del infierno que yo
estaba viviendo). La dije que no se preocupara, que no tuviera miedo porque
ella no estaba conmigo, que estaba lejos, en otra ciudad. Nos despedimos, me
dio pena despedirme de ella sin poder contarla lo que me ocurría, pero despés
de diez años con ella no podía dejar que me viera así porque eso me hacía
sentir peor. Ella además tenía novio y no quería que se preocupara por mí. Me
hizo prometer que me centraría y que seguiría hacia delante en la vida. Me
sentí mejor y me sentí peor porque al mismo tiempo que sabía que podía
lograrlo, al mismo tiemp sentía que había fracasado como hombre.
Yaneth comenzó a trabajar en el club Estark92 en Carvajal-
Fuengirola. Como ella tenía mi agenda con las tarjetas de crédito, teléfonos y
todo, tuve que volver a hablar con ella y me dijo: “si quieres tu agenda
tenemos que vernos”
Después de varias horas de conversación en la que hablaba de
arrepentimiento, de lo que me quería, que volvería a vivir conmigo, que la
perdonara por lo que había pasado y que no volvería a ocurrir nunca más, me
aseguró que iría a un psicólogo y que se pondría en tratamiento. Me confesó que
tenía una enfermedad; en Bogotá la habían diagnosticado esquizofrenia. Siguió
pidiéndome que la perdonara. Yo no quería que Yaneth volviera, pero no podía
escuchar cuando lloraba, me daba pena, me rompía el corazón. Me explicó que su
tío la había violado a ella y a su hermana cuando eran pequeñas en Bogotá.
También que a su madre la habían matado en Colombia. Me manipulaba
psíquicamente. Yo la dije que era imposible; pero después de todo lo que me
contaba suplicándome de rodillas: me convenció como a un tonto y volvió a vivir
conmigo.
Janeth trajo de nuevo a su hija de Madrid. Solo después de
una semana empezaron los problemas. Ella se volvía loca y me amenazaba con
cuchillos; yo de rodillas suplicaba que parara y la tenía que decir que la
quería y que nunca nos separaríamos.
Un día, en el mes de Octubre, entró en la habitación donde yo
dormía y sin más, me conrtó en el brazo. Me hizo una herida de 20cm. Yo me
desperté sobresaltado y la dije que se marchara, que no quería verla nunca más;
que todo se había acabado, entonces se golpeó la cara con la columna de la
pared haciéndose una herida en la nariz y gritaba amenándome que me denunciaría
a la policía diciéndoles que yo la había pegado. Me decía que se haría más daño
y que yo pagaría por ello si la dejaba. Yo no podía creer lo que estaba viendo y
todo lo que había visto. Pensé que estaba metido en una película y que esto no
me estaba pasando a mí.
Yo ya no podía más así que cerré mi tienda de muebles y en
Diciembre decidí mandar mis cosas a Suecia. Era la única forma de terminar
definitivamente con Yaneth, alejándome lejos de ella, a Suecia.
Una noche en el mes de Diciembre, me despertaron unos ruidos
que venían de la terraza, cuando salí encontré a Yaneth colgada al otro lado
del balcón. Tenía la cara azul y no podía respirar. Se había atado al cuello
varias cobartas mías e intentaba suicidarse. Yo escalé al otro lado de la
barandilla y la levanté hasta el otro lado del balcón. Ya en el balcón, empezó
a respirar y a llorar al mismo tiempo. Intentó lanzarse a la calle pero pude
detenerla y la llevé al dormitorio.
El día 8 de Diciembre nos fuimos a Suecia en avión (ella
había conseguido convencerme de nuevo), para pasar las Navidades con mi
familia. Yo quería irme solo pero me dio miedo dejarla sola con su hija en
Fuengirola. En el tiempo que estuvimos en Suecia, ella tenía muchas depresiones
hasta que una noche intentó suicidarse con pastillas y alcohol. De repente no
podía respirar y mi madre cuando la vio, llamó inmediatamente para que mandaran
una ambulancia. La ambulancia llegó, Yaneth empezó a pelearse con ellos; ellos
dijeron que si ella no quería ir por voluntad propia, no podían obligarla. Por
fín la llevaron al hospital al departamento de psiquiatría. Allí dijeron que
estaba muy mal y que necesitaba tratamiento psiquiátrico.
Volvimos a España el 3 de Enero en coche. Yo había pensado
recoger lo poco que me quedaba en el apartamento y volver a Suecia). Durante le
camino a España, los intentos de suicidio fueron continuos. En la autopista de
Alemania Yaneth me dijo que quería que la llevara a Berlín, yo la dije que no
creía que se lo mereciera después de todo lo que había ocurrido delante de mi
familia; entonces ella abrió la puerta del coche; me dijo que si no íbamos se
tiraba en marcha; yo no sabía qué hacer, la dije que por favor se calmara y que
pararíamos en París unos días; de ésta forma pude calmarla. La niña viajaba
también con nosotros.
Cuando llegamos a Madrid dejamos a la niña con su padre, John
Fredy. Yaneth se encontraba muy nerviosa. Empezó a romper cosas en el
apartamento diciendo que eran suyas. John Fredy me dijo que cuando ellos habían
novios ella era muy nerviosa y agresiva.
Yaneth había contado a una amiga cómo en una ocasión amenazó
a John haciéndole meterse en el cuarto de baño. Ella se reía como si fuera un
triunfo. John nunca quería estar a solas con ella por miedo.
Después de dejar a la niña en Madrid, esa misma noche
volvimos a Málaga. Al día siguiente Yaneth llamó a la dueña del piso donde John
vive (ella es abogada) y la dijo que quería dejar el piso para quitarse de problemas
ya que John Fredy, según ella, utilizaba el piso para ocultar a mujeres que
traía de Colombia obligándolas a prostituirse. Tambíen le dijo que John la
había obligado a prostituirse hacía cinco años, cuando llegó a España. Añadió
que él se dedicaba a la droga.
Todo esto Yaneth se lo contó a la propietaria ya que era
Yaneth la que constaba como inquilina y Yaneth estaba furiosa con John
Fredy ya que en el apartamento vivían
chicas colombianas.
El día 8 de Enero yo dejaría las llaves del apartamento al
propietario y me marcharía a Suecia pero de repente, estaba sentado en una
habitación en la comisaría de policía
acusado de homicidio.
Yaneth murió el 6 de Enero del 2003.
Mikael Hellström
Centro Penitenciario
Alhaurin de la Torre
jueves, 26 de septiembre de 2013
domingo, 15 de septiembre de 2013
PRESENTACION Y OBJETIVOS DE AMYHIR
ASOCIACIÓN DE MUJERES Y HOMBRES EN
DEFENSA DE LA IGUALDAD REAL
(AMYHIR)
Presentación
Somos una
asociación de personas cuya finalidad es la consecución de la IGUALDAD REAL
ENTRE HOMBRES Y MUJERES, sin distinción de género ni de sexo.
1. Somos un grupo de personas, hombres
y mujeres, dedicadas altruistamente para buscar una solución con la finalidad
de que prevalezca el bien superior del
menor por encima de todo en procesos de divorcio, especialmente
contenciosos.
2. Buscamos la igualdad real entre las personas, sin distinción de género o sexo.
3. Prestamos especialmente atención a
cualquier tipo de maltrato, independientemente del género, puesto que la violencia carece de sexo.
Nuestros Objetivos son:
1. Buscamos la Igualdad Real entre hombres y mujeres sin distinción de sexo con IGUALDAD DE DERECHOS Y OPORTUNIDADES.
2. Nuestro Observatorio de Igualdad
realizará estadísticas y aportará estudios sobre la Igualdad en los diferentes
puestos de trabajo, tanto públicos como privados.
3. Exigimos que los Departamentos
de Igualdad, judicatura, Fiscalía, etc.
en las diferentes instituciones públicas tengan el mismo número de hombres que
de mujeres y no esté conformado únicamente por mujeres.
4. Construcción de la verdadera
igualdad comenzando la base desde abajo, asentando de esta forma los cimientos
y centrarla desde el punto de vista de la educación.
5. Persecución y castigo para las
progenitoras que incumplan los regímenes de visitas de los
padres para con sus hijos, por ser una violación de uno de los derechos fundamentales del
niño.
padres para con sus hijos, por ser una violación de uno de los derechos fundamentales del
niño.
6. Implantación OBLIGATORIA de
Mediadores Familiares en casos de divorcios contenciosos, evitando de esta manera las denuncias
fraudulentas por violencia de género.
7. Eliminación de los juzgados de la violencia
sobre la mujer, transformándolo
en Juzgados de Familia.
8. Revisión de los Puntos de Encuentro
Familiar. En caso de
ser necesarios, que estén dirigidos por profesionales que actúen de buena fe y
que faciliten la comunicación entre padres, madres e hijos, intermediando en
los momentos que sean oportunos, y sobre todo, que se destaquen por su imparcialidad.
9. Persecución implacable de las
denuncias fraudulentas por "violencia machista o de género" aplicando castigos ejemplares.
10. Que todos los niños huérfanos de madre o
padre víctimas de violencia doméstica sean protegidos por igual y no por razón
de sexo, es decir, que no se proteja únicamente a los niños cuyas madres
han fallecido víctimas de violencia a manos de sus maridos, sino que se
incluya a los niños cuyos padres han sido asesinados por sus mujeres.
11.
Eliminación del derecho penal de autor en procesos de denuncias por violencia de género,
respetándose el artículo 24.2 de la Constitución que habla de la presunción de
inocencia, algo que se respeta en todos los delitos del código penal excepto en
la mal llamada Ley de Violencia de Género. Que sea quien denuncie el que aporte
las pruebas y que no sea el denunciado quien tenga que demostrar su inocencia.
12. Obligatoriedad de la Veracidad de
Testimonio en juicios por violencia de género con el fin de controlar las
denuncias fraudulentas que se puedan producir.
13.
Que Fiscalía genere jurisprudencias con el fin de que los acusados y
condenados por violencia de género no sean juzgados con el mismo rasero, ya que
muchos son sentenciados a condenas desmesuradas con respecto al acto cometido,
dado que un simple insulto o discusión ya es considerada violencia de género.
14.
Que se estudie la manera de
reinsertar a los hombres y mujeres que realmente son maltratadores o
maltratadoras, ya que el cumplimiento de pena de prisión (en casos de delitos
leves) no sólo no ayuda a su rehabilitación, sino que la dificulta.
15.
Que se reconozca que el maltrato
es bidireccional, y se trate igual a un hombre, niño o anciano maltratado
que a una mujer.
Existencia de IGUALDAD REAL ANTE LA LEY Y EN TODOS LOS ÁMBITOS. Creando y aprobando una
ley de igualdad nunca se debería haber aprobado una Ley de Violencia de Género,
que es totalmente desigualitaria e inconstitucional.
CASO J.G.G.- M.T. A
CASO J.G.G. PARA SECRETARIO DE ESTADO DE JUSTICIA
D. FERNANDO ROMAN GARCÍA
Tras la injusta sentencia penal, se realiza
recurso a la Audiencia Provincial de Vizcaya que se reafirma en todas y cada
una de las sentencias del juicio penal, demostrando que ni siquiera ha revisado
el juicio.
Posteriormente se solicita indulto que me es denegado.
Cabe incidir en lo siguiente: la justicia
no es igual para todos, dado que se ha indultado recientemente a una mujer
maltratada que asesinó a su marido. Inicialmente fue juzgada por un jurado popular y fue declarada
inocente y posteriormente fiscalía reabrió el caso y fue condenada a 3 años de prisión (que no va a cumplir)
gracias al indulto concedido por el ministerio
de justicia. La indultada se
llama Pilar Marcos.
Por otro lado
tenemos el caso del kamikaze indultado, alegando que se le exculpa
por tener circunstancias humanas, personales,
sociales y familiares que aconsejaban
conceder el indulto al kamikaze condenado a cumplir 13 años de prisión.
Mencionar también el caso de Ángel Carromero que ha salido de prisión con tercer
grado y puede acudir libremente a su puesto de trabajo.
Continuando con mi caso, posteriormente se
realizó un escrito solicitando clemencia y suspensión de la pena, apelando
a razones humanitarias, que también ha sido denegado.
También ha sido remitido a la Audiencia un escrito
solicitando conmutación de pena. Estamos
a la espera, pero tiene visos de que también va a ser denegado.
Yo, J.G.G. he sido condenado SIN PRUEBAS Y
SIN DELITO DE SANGRE a 2 años y medio de prisión, siendo inocente.
¿Dónde
está el bien superior del menor del que tanto hablamos? Se va a privar a
un niño del derecho a estar con su padre, cuando la propia audiencia provincial
me ha concedido más tiempo de estancia y el examen psicosocial indica que mi
hijo demanda más tiempo con su progenitor
paterno, o sea, yo.
También las segundas esposas o parejas tienen
mucho que decir al respecto, porque también son víctimas de esta ley. No es demasiado
lógico que una persona juzgada por malos tratos hacia su pareja rehaga su vida
con otra mujer y no tenga ningún tipo de problema de convivencia.
Vivo a más de 100Km de distancia del lugar de
residencia de mi ex esposa MªT.A..
El 28 de diciembre de 2011 intentaron
implantarme un dispositivo GPS y aumentar la distancia de alejamiento de 500 a
1500 metros. La juez nos hizo acudir a ambos en distintos días a sendas
citaciones con la psiquiatra y psicóloga forenses.
Tras el examen a ambos, no se me impuso dicho
dispositivo porque cito textual “la peligrosidad del señor J.G.G. no ha
aumentado y no ha habido violación alguna de la orden de alejamiento”. Dicho
expediente psiquiátrico y psicológico no
aparece.
Indicar que soy profesor y estoy muy
implicado con mis alumnos, y por otro lado, dedico mi tiempo libre a trabajar
en favor de las personas más desfavorecidas, entre las que se encuentran
también personas del sexo femenino.
No
podemos obviar que la ley se aprobó por la muerte de 100 mujeres y que mientras
haya un inocente en la cárcel la
justicia no es justa.
Mi
ex mujer ha apelado al Tribunal Supremo tanto el incremento a favor de mi hijo
de nuestro régimen de visitas como la aceptación final e irrecurrible de la conmutación
de la pena de prisión por trabajos en beneficio de la comunidad, solicitando un
incidente de nulidad de actuaciones, con la inestimable ayuda de Fiscalía.
Mi
abogada ha realizado diversos escritos y el de nulidad de actuaciones ha
resultado favorable hacia mi persona.
No
contenta con intentar por todos los medios que ingrese en prisión (en todos los
procedimientos se le pide consentimiento a la supuesta víctima de si está o no
de acuerdo en las conmutaciones de penas de prisión, a lo que ella siempre se
ha negado), recientemente acudí al colegio donde cursa sus estudios mi hijo que
actualmente cuenta 7 años y que tiene que ser recogido y entregado por una
tercera persona dado que la madre de mi hijo trabaja como profesora en el mismo
colegio en el que está matriculado nuestro hijo y yo tengo una orden de
alejamiento de 500 metros. Era mayo y llovía a cántaros y hacía frío, y mi hijo
venía vestido (como siempre que le toca su estancia conmigo) con ropa poco
adecuada (camiseta de manga corta, pantalones cortos, sin ropa de abrigo por
encima y unas deportivas). Al verle acercarse con la persona que lo recoge, me
acerqué unos metros con un paraguas grade con el fin de cobijarle y meterle en
el coche con la mayor celeridad para marcharnos a casa. Cuál fue mi sorpresa,
que nada más irse la cuidadora de mi hijo, me vi rodeado por 8 policías de mi
comunidad autónoma porque mi ex mujer había avisado a contra vigilancia de que
yo incumplo sistemáticamente los miércoles la orden de alejamiento, alegándolo
antes de que yo llegue al lugar donde suelo esperar (el mismo lugar desde abril
de 2011 que salió la sentencia.
Actualmente
me encuentro a la espera de que salga este juicio, si bien la policía declaró a
mi favor, pero no sé qué va a ser de mi vida.
¿Esto es lo mejor para un niño? ¿encontrarse con su padre y verse rodeado de 8 policías? ¿y la extraña fijación que tiene la madre de mi hijo con respecto a mi persona? Rehíce mi vida con otra persona hace ya 4 años y mi hijo está muy integrado en nuestra familia.
¿Por qué nadie hace un examen psiquiátrico a la madre de mi hijo? Sólo tiene miedo los miércoles, pero también lo recojo 1 viernes cada quince días y lo entrego todos los jueves y un lunes cada quince días. Siempre es en el mismo lugar, y es la misma persona la que acompaña a mi pequeño, y sin embargo, sólo tiene miedo los miércoles y "sabe con antelación" que según ella incumplo la mencionada orden de alejamiento, después de haberme recorrido más de 100 Km para estar con él. Esto es de locos.
Mi hijo no cesa de decir que quiere estar conmigo y cada vez le cuesta más despedirse. Creo que tiene derecho a ser escuchado y a conocer la verdad.
¿Esto es lo mejor para un niño? ¿encontrarse con su padre y verse rodeado de 8 policías? ¿y la extraña fijación que tiene la madre de mi hijo con respecto a mi persona? Rehíce mi vida con otra persona hace ya 4 años y mi hijo está muy integrado en nuestra familia.
¿Por qué nadie hace un examen psiquiátrico a la madre de mi hijo? Sólo tiene miedo los miércoles, pero también lo recojo 1 viernes cada quince días y lo entrego todos los jueves y un lunes cada quince días. Siempre es en el mismo lugar, y es la misma persona la que acompaña a mi pequeño, y sin embargo, sólo tiene miedo los miércoles y "sabe con antelación" que según ella incumplo la mencionada orden de alejamiento, después de haberme recorrido más de 100 Km para estar con él. Esto es de locos.
Mi hijo no cesa de decir que quiere estar conmigo y cada vez le cuesta más despedirse. Creo que tiene derecho a ser escuchado y a conocer la verdad.
Le
envío esta carta, para que tenga constancia de mi caso y de que como este hay
cientos de miles que están destruyendo la vida de muchos hombres honrados, sus
hijos y familiares extensos de la rama paterna, segundas esposas, etc.
Quedo
a la espera de sus noticias.
Reciba
un cordial saludo.
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